Cultura Muisca
Los
integrantes de la Cultura Muisca desarrollaron su vida en las altas planicies
de la cordillera oriental de Colombia entre los años 600 y 1600 d.C. Se ubicó
en Bogotá y sus alrededores. Los Muisca vivían en asentamientos dispersos
repartidos por los valles de las llanuras andinas altas al este de la actual
Colombia
Cultura
Importantes ceremonias anuales
relacionadas con la religión, la agricultura y la élite gobernante ayudaron a
unir a estas diversas comunidades. Sabemos que tales ceremonias involucraron a
un gran número de participantes e incluyeron cantar, quemar incienso y música
de trompetas, tambores, cascabeles, campanas y ocarinas (flautas de cerámica
bulbosas). El oro va a ser un material fundamental para el arte de los Muiscas,
ya que fue valorado por sus propiedades resplandecientes y su asociación con el
sol. No se utilizó como moneda, sino como medio artístico. El oro y su aleación
tumbaga (una mezcla de oro y cobre con trazas de plata) se utilizaron para
elaborar elementos de rituales como figuras y máscaras, contenedores de coca
(poporos), y también una exquisita joyería como pectorales, aretes y aros de
nariz.
La
creencia de El Dorado: La figura de ‘El Dorado’, es una balsa de aleación con
figuras de pie, una de las cuales es más grande y, con un tocado.
Esta
creencia tuvo su origen por una ceremonia celebrada por los muiscas en el lago
Guatavita, en donde un gobernante cubierto de polvo de oro fue remando en una
balsa hasta el centro del lago donde saltó a las aguas en un acto de limpieza
ritual y renovación. Los Muisca también arrojaban objetos preciosos en el lago
durante la ceremonia, no sólo el oro, sino también esmeraldas.
Características Sociales
Al
parecer, la organización social tradicional se regía por un patrón de
residencia matriarcal; practicaban la endogamia y matrilinealidad. La religión
tuvo como elementos centrales al sol, a la luna y al agua, mientras que sus
cultos se practicaron en cerros, lagunas y cuevas. Los encargados de dirigir la
vida espiritual se formaban desde la infancia.
Economía
Las
comunidades también estaban vinculadas por el comercio y había incluso un
movimiento de artesanos expertos, especialmente los orfebres, entre las
ciudades. Existen amplias pruebas, por ejemplo, de que mercancías como oro,
conchas, plumas, pieles de animales, tabaco, sal, hojas de coca y otros
productos alimenticios se 6 comerciaban con culturas colombianas vecinas como
el Tolima y el Quimbaya. Las mercancías preciosas habrían sido reservadas para
la élite de Muisca, al igual que la caza y la carne.
Las
actividades económicas encontraron en la agricultura su base; los productos que
más destacaron fueron el maíz, papas y quínoa. También confeccionaron prendas
de algodón, y elaboraron mantas con diferentes colores y decoradas con motivos
geométricos la construcción de mantas. La cerámica se desarrolló, básicamente,
con fines utilitarios. Desarrollaron la explotación de la sal, el cobre y las
esmeraldas, y el trueque resultó fundamental. También elaboraron piezas de oro,
usando diferentes técnicas, pero destacando la aleación con el cobre.
Las
figuras del arte Muisca se caracterizan por ser transformadoras, por ejemplo,
un hombre con elementos de un pájaro que puede representar las visiones
alucinatorias de los chamanes inducidas por el consumo de hojas de coca o yopo
(semillas trituradas). Animales como murciélagos, felinos, serpientes, caimanes
y anfibios también eran temas populares. El arte Muisca no restringió su
producción artística al oro, sino que también creó textiles finos de lana o algodón.
También produjeron cerámicas (incluyendo figuras de arcilla) y piedras
semipreciosas talladas.
Orfebrería Muisca
Adoraban
el sol, y tenían una reverencia especial por objetos sagrados y lugares como
rocas, cuevas, ríos y lagos particulares. En estos sitios dejarían las ofrendas
votivas (tunjos), ya que se consideraban un portal para otros mundos. Los
dioses más importantes de Muisca eran Zue el dios del sol y Chie la diosa de la
luna. También sabemos de Chibchacum, el patrón de los metalúrgicos y los
comerciantes. El tipo más común de ofrendas a los dioses era los productos
alimenticios junto con el tunjo típico de las serpientes y las figuras planas
del varón, de la hembra, y del animal rendidas en la aleación de oro que fueron
colocadas en los sitios sagrados.
Política
Se
conoce que este grupo sudamericano se organizó en confederaciones, cuatro para
ser exactos, que son el Zipazgo de Bacatá, el Zacazgo de Hunza, el territorio
sagrado de Iraca y el territorio sagrado de Tundama. De esta manera, las
confederaciones fueron la unidad político-administrativa presente a la llegada
de los occidentales. La jerarquía estaba encabezada por los jefes principales
(psihipkua), quienes desarrollaban su dominio sobre caciques menores (uzaque).
Una característica de la confederación fue el respeto de los gobiernos locales,
pero a costa del cobro de tributo.
Religión
Los
Muisca controlaban y defendían su territorio con armas tales como palos,
flechas y lanzas. Los guerreros también tenían cascos protectores, placas de
pecho blindadas y escudos. Los Muisca tomaron cabezas de trofeo de sus enemigos
derrotados y, a veces sacrificaron cautivos para apaciguar a sus dioses
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